¿Cuántos dedos de frente tiene un obispo?

Esa parece ser la pregunta del día al menos aquí en Chile, este increíble país que aún es el único país del mundo sin ley de divorcio. Si, parece mentira, pero así es. En estos momentos (y desde principios de años o antes) el debate sobre el divorcio se hace más fuerte, en vistas de que es inminente la presentación de la nueva ley de matrimonio civil. Es en este contexto en el que ha aparecido en la televisión una campaña publcitiaria de la Vicaría de la Familia, una entidad de la Iglesia Católica, en el que más que expresar su postura sobre el tema del divorcio -postura que por lo demás todos conocen- ha llegado realmente a estigmatizar a los hijos de padres separados con insinuaciones tales como que con una probabilidad muy alta serán drogadictos, alcohólicos, pobres y padres maltratadores. En mi opinión, es una campaña estúpida y violenta, dirigida a gente estúpida y creada por gente violenta… No violenta de romper ventanas, obviamente, sino “violenta de ideas”, o como diría un amigo, totalmente fascista en su intención de acallar opiniones divergentes. El problema aquí no radica en que la Iglesia exprese su opinión, sino en la forma tan poco coherente con lo que deberían ser sus principios en que lo hace. Los spots además son generados a propósito de una encuesta realizada en EUA, una cultura totalmente diferente a la realidad chilena. Ok, quizás no tanto como totalmente, pero de todas maneras no es posible comparar peras con manzanas, por mucho que se le parezcan a simple vista. Eso lo sabe cualquier estadístico y cualquier persona que por motivos de estudios sepa algo de metodología de la investigación. Además, atribuye efectos causales a un factor que claramente no es el único (de otra manera, creo que todos estaríamos de acuerdo en que no existiera divorcio para acabar con problemas tan graves como la pobreza y la violencia intrafamiliar) en un claro intento de representar la realidad como quieren que se vea. Siguiendo su misma lógica, podría decir que si consumiera cocaína podría llegar a ser Presidente de EUA (como el pelmazo de George Bush Jr., reconocido cocainómano ), pero creo que cualquiera con dos dedos de frente podría al menos dudar de tal pedazo de afirmación, ¿no?