Podcasts y ancho de banda

Uno de los problemas que alguien que quiera publicar un podcast debería plantearse necesariamente es el cuestionamiento sobre en qué medida su plan de hosting podrá soportar el éxito de su creación: en la gran mayoría de los planes de alojamiento en internet por los cuales hay que pagar (me atrevería a decir que en todos los planes de alojamiento serios), no solamente se paga por una cierta cantidad de espacio en el servidor, sino además por una cantidad determinada de tráfico web, es decir, por un volumen de transferencias, generalmente medido en megabytes o gigabytes.

¿En verdad hay que preocuparse de esto?

Aunque empresas como Dreamhost ofrecen planes con grandes cantidades de espacio y alta capacidad de transferencia a un bajo costo, el volumen de información transmitida al descargar es considerablemente alto: si consideramos que el promedio de un podcast rondea los 40 minutos, esto significa que cada descarga puede andar alrededor de los 30/40MB, dependiendo de la calidad con que se escoja transmitir. Con un poco de matemáticas, es posible hacer algunos cálculos: tomemos por ejemplo el primer podcast de Eduardo de ALT1040, un weblog con más de mil suscriptores en Bloglines; suponiendo que solamente la mitad de ellos haya descargado el podcast (que pesa 40MB, aproximadamente), el tráfico resultante ascendería a unos nada de despreciables 20GB.

Por supuesto, no siempre podemos esperar 500 descargas de un podcast, e incluso así habrán quienes tengan la suerte de no tener que preocuparse del ancho de banda a utilizar, pero en caso contrario, existen múltiples soluciones que puedes ensayar —después de todo, si te has dado la molestia de producir un podcast, la idea es que mucha gente lo escuche, y mientras más, mejor ¿no?

Tamaño = Calidad / Compresión

Por supuesto, lo primero que deberíamos observar al crear un podcast es el tamaño del archivo resultante, el que con toda seguridad será un archivo de audio comprimido (a menos que alguien considere que el sonido de su voz es demasiado preciosa como para sufrir pérdidas).

La elección del códec a utilizar en la compresión puede depender de múltiples factores, sin duda que algunos de los más importantes son la relación calidad/tamaño del archivo, además de la posibilidad de que pueda ser escuchado en una amplia variedad de dispositivos portátiles (la idea del podcast en primer lugar). Personalmente, considero que una de las mejores opciones es LAME, el mejor codificador existente para crear archivos MP3.

Dependiendo de si tu transmisión sólo incluirá voz o también música, este codificador presenta varias opciones para controlar la relación de tamaño/calidad —recomendaría especialmente los presets en caso de combinaciones de voz y música, y probablemente el alias --voice cuando es para solamente voz.

Algunas opciones para distribuir tu podcast

Finalmente, existen diversas alternativas para distribuir un podcast sin sobrecargar tu ancho de banda. Algunas de ellas:

  • CC Publisher es una herramienta de Creative Commons que te permite subir contenido marcado con sus licencias al Internet Archive.org, el que provee alojamiento gratuito (al parecer, sin restricciones al tamaño de los archivos ni el volumen de transferencia).
  • CoralCDN es una red de distribución de contenidos a través de una red de servidores, es como hacer un mirror de cualquier archivo de forma sencilla asi se distribuye el archivo entre muchos servidores y no se colapsa el tuyo. Es uno de los recursos recomendados por podcast-es.
  • Dijjer es un programa P2P que funciona transparentemente para los usuarios y es muy fácil de utilizar para quien esté publicando el contenido. En cierto modo es similar a la opción anterior, sólo que en este caso en vez de ser una red de servidores quienes distribuyen el contenido, son los mismos clientes que han descargado el archivo (en este sentido, se parece también a BitTorrent), y sólo una pequeña parte será descargada desde tu sitio. Si tienen el cliente instalado, bajarán el archivo como si estuviera en cualquier servidor web; si no lo tienen, se les muestra una página que les indica cómo instalarlo. La idea en general es muy buena, aunque cuando tuve la oportunidad de probarlo, tengo que decir que no me dejó nada contento (¡no se pueden pausar las descargas!)