Mi [horrible] experiencia con Telefónica Chile

Con este post, me uno a los reclamos que tanto Juque como Huasonic ya han publicado en sus respectivos blogs —la causa es la misma: quejarnos del pésimo servicio de internet “banda ancha” que nos entrega Telefónica CTC Chile a través de Terra.

La situación es bastante crítica, estamos pagando por un servicio de la más baja calidad y lo peor es que (probablemente, muchos lo han hecho sin saberlo) consagramos esta situación firmando un contrato que debería avergonzar a una empresa que al menos simulara interesarse por sus clientes:

  • Se provee la velocidad de conexión señalada en el Anexo de presente Plan;
  • Se garantiza en todo momento una velicudad de un 10% de lo señalado precedentemente, en ambos sentidos

Érase una vez…

Hace aproximadamente cinco o seis años soy usuario de banda ancha: inicialmente lo fui de la compañía de televisión por cable VTR, con planes de 300kbps y posteriormente de 128kbps (sí, en Chile llamamos a esto una conexión de banda ancha). Durante ese periodo, no tenía nada de qué quejarme, a pesar de que para muchas personas el servicio de este ISP también es terrible (lo pueden ver en los comentarios de los post que he enlazado)— las velocidades alcanzadas se correspondían realistamente con las limitaciones de los planes contratados: con un poco de matemáticas simples (dividiendo por 8), tenemos que para una conexión de 300kbps la velocidad máxima de descarga debe rondar los 37.5KBps y para la de 128, 16. Estos eran para mí los estándares con los que podía juzgar la calidad de una conexión. Jamás tuve algún problema de conectividad a servicios P2P, Messenger, FTP, etc. Esos fueron los buenos tiempos.

Este año, por un conjunto de circunstancias que no va al caso detallar, mi mejor alternativa para acceder a una conexión de banda ancha era contratar un plan de ADSL + línea telefónica en Telefónica: el precio era bastante atractivo (hay que decirlo: el más barato en relación a lo que me ofrecían) y las características bastante convenientes… la velocidad de conexión sería de 400kbps, más que suficiente para mis necesidades.

Al poco de contratar (mediados de marzo de este año), comencé a notar algunos problemas en la conexión a Internet, aunque entonces pensé que serían incidentes aislados: principalmente, un terrible desempeño en programas P2P, dificultad de conexión a Messenger (más frecuentes y extensas desconexiones) y baja velocidad de acceso al web. Ha pasado el tiempo, y la situación sigue siendo igual… y peor: la conexión a sitios seguros (HTTPS) es tremendamente dificultosa, por lo que acceder a correo electrónico, panel de control de DreamHost, WordPress.com, Google Adsense, etc., es una tarea azarosa.

Pero eso no es todo: hace cosa de un mes, al estar conectado de noche sufrí una repentina desconexión. Tras un rato de estar intentando volver a estar en línea y recibir en todas las oportunidades un aviso de que mi nombre de usuario no era válido en el dominio (ése era el error que me mostraba la conexión en Windows), decidí llamar al fono de servicio al cliente, sólo para encontrarme con una grabación que anunciaba “trabajos en la conectividad internacional” y la restauración del servicio 7 horas más tarde. Por supuesto, de dichos trabajos nunca recibí ninguna notificación, y el tiempo perdido no fue descontado de mi cuenta; o sea no solamente interrumpieron su servicio sin aviso, ni siquiera nos dieron la oportunidad de quejarnos sino solamente ser atendidos por una grabadora.

Más recientemente, hace dos semanas (30 de julio) no había posibilidad de acceso a Google ni Gmail, lo que se extendió aproximadamente por 24 horas: esto no es menor, es un día completo sin poder utilizar el buscador más popular de internet ni un servicio de correo tremendamente popular.

Desde entonces, son varios los bloggers que han reportado problemas, y el acceso sigue siendo errático. Como consecuencia de la venta de planes Night & Weekend, en esos horarios la calidad es aún peor, aunque fuera de ellos tampoco es sustancialmente mejor. Por supuesto, a las cinco de la mañana todo funciona bien, pero estoy pagando por una conexión 24 horas al día, no para conectarme cuando pueda, sino cuando quiera.

Resumo.

Desde que contraté banda ancha con Telefónica Speedy / Terra:

  • Con suerte mi velocidad de descarga en programas de intercambio P2P alcanza 15KBps, un 30% mi conexión contratada. Cuando no tengo suerte, a veces se digna en bajar algo de cuando en cuando.
  • No me puedo conectar a MSN Messenger. No soy de los que viven conectados a éste, por lo que puedo seguir existiendo sin síndrome de abstinencia, pero de vez en cuando me gustaría poder conversar con amigos que sólo puedo comunicar a través de este sistema. Por suerte existe meebo, pero ¿qué gracia tiene Messenger si no se pudieran enviar emoticons a cada rato?
  • No me puedo conectar a Hotmail. Si pudiera conectarme, tampoco lo haría todos los días, porque pienso que es el más despreciable de todos los proveedores gratuitos de correo electrónico, pero no falta el perejil personaje que me envía un mensaje allí porque se le olvida mi dirección de Gmail y que luego se molesta si no le respondo, así que tengo a veces tengo que verlo
  • Tampoco me puedo conectar a Gmail. O sea, puedo, pero no cuando quiero sino cuando se puede.
  • Cuesta un mundo conectarme a servidores seguros (HTTPS). Gmail va incluido acá; Hotmail también. Y el panel de control de DreamHost, la documentación de Ubuntu, WordPress.com, TypeKey, MyOpenID, PayPal y un largo etcétera. Por supuesto, esto prácticamente descarta toda posibilidad de hacer operaciones económicas con un mínimo de tranquilidad.
  • No puedo utilizar SSH ni SFTP cuando quiero sino cuando resulta. Son servicios avanzados, que no toda la gente ocupa, por lo que supongo que no están colapsados, y sin embargo…

Si hasta ahora no han captado el mensaje, se los pongo en negritas: Telefónica, Terra, Speedy o como quieran llamarse es un PÉSIMO proveedor de acceso a internet, es lento, poco confiable, irrespetuoso de sus usuarios y despreocupado de su calidad de servicio… es más, diría que ni siquiera les preocupa su imagen pública. Firmen la petición, pataleen, hagan bulla; todos los que somos afectados podemos exigir una mejora, y mientras esperamos, ojalá surja alguna empresa con una alternativa tan económica pero de buena calidad —al parecer, hasta ahora no la hay.